17 jun 2010

Riesgos profesionales en Colombia

Roberto Junguito

Portafolio, Bogotá

Junio 17 de 2010

Esta semana se lleva a cabo el II Congreso Internacional de Riesgos Profesionales. El evento tiene como objetivo analizar la evolución del Sistema en Colombia, así como las experiencias de otros países como Argentina, Brasil, Chile y España. Nuestra experiencia puede calificarse como exitosa.

El número de trabajadores en el sistema pasó de 3,6 millones a 6,8 entre 1995 y el 2010. De éstos, 4,3 millones están afiliados a las Administradoras de Riesgos Profesionales privadas, en tanto que los restantes, 2.5 millones, están cubiertos por Positiva Compañía de Seguros, que es estatal desde el 2008 y surgió de la unión de la ARP de Previsora Vida y la antigua ARP del Seguro Social.

En términos de cobertura, entre marzo del 2001 y marzo del 2010 se pasó del 56 al 86 por ciento de los trabajadores formales; esto es, el conjunto de los empleados oficiales, privados y del servicio doméstico. Dado que el Sistema de Riesgos Profesionales está diseñado para cubrir a la población ocupada formal, se requiere un sistema de aseguramiento especial diferente del de Riesgos Profesionales para dar cobertura de enfermedades y accidentes ocupacionales de la población informal. En su conjunto, el segmento informal constituye cerca del 50 por ciento de la población ocupada en Colombia.

Desde el punto de vista financiero, también puede afirmarse que el Sistema de Riesgos Profesionales en Colombia ha registrado una evolución positiva. Varios indicadores así lo confirman. Los ingresos por primas recibidas por las ARP presentan un crecimiento mayor al del Producto Interno Bruto (PIB). Asimismo, las ARP disponen de reservas para atender las obligaciones de los actuales pensionados, los siniestros avisados y no avisados, las enfermedades profesionales que sucedan en el futuro, y las desviaciones que puedan ocurrir.

Por su parte, la siniestralidad, que mide la relación entre el pago de siniestros y las primas recibidas de las ARP, se ha estabilizado y la inversión en promoción y prevención supera el mínimo establecido por la ley, en beneficio de los trabajadores afiliados. Aunque el balance neto de las administradoras ha sido positivo y creciente, se ha debido exclusivamente al rendimiento financiero de las reservas, pues su resultado técnico ha sido negativo, lo que quiere decir que las primas no han sido suficientes para cubrir los siniestros, los gastos administrativos y la inversión en promoción y prevención. Este es un campo en el cual se debe mejorar.

Si bien el número de accidentes de trabajo ha aumentado, la tasa de accidentalidad, definida como el número de accidentes de trabajo por cada 100 trabajadores expuestos, se ha estabilizado en los últimos años. Por su parte, la tasa de morbididad (número de enfermedades calificadas por cada 100.000 trabajadores) muestra un crecimiento significativo desde el 2004. Debido a la maduración del sistema, esta tasa se está acercando a patrones internacionales, aunque en el caso colombiano, todavía no se evidencian enfermedades profesionales crónicas características de otros países.

Por último, deben analizarse los retos de la regulación. Se ha avanzado en la afiliación única al sistema de protección social y es inminente la expedición del decreto correspondiente. Sobre la variación de la cotización al Sistema de Riesgos Profesionales se estudia una propuesta metodológica para hacerla más flexible.

También hay reglamentaciones pendientes sobre actualización del Manual de Calificación de Invalidez; la afiliación de trabajadores por días, la creación de la Unidad de Gestión de Pagos y Parafiscales (Ugpp), la definición por parte del Gobierno de los Beneficios Económicos Periódicos (BEP), y, ante todo, la urgencia de la aprobación del proyecto de ley de riesgos profesionales en el Congreso de la República