El Tiempo, Bogotá
Mayo 1 de 2010
Según Silva en el 2009 solo hubo 28 homicidios; las centrales obreras hablan de 47 muertes.
Después de una reunión con altos mandos militares para evaluar las condiciones de seguridad en las elecciones presidenciales en Antioquia, el ministro de Defensa se pronunció por el Día del Trabajo.
"En el 2002 registramos 196 sindicalistas asesinados y el año pasado tuvimos 28, es decir una reducción del 86 por ciento. Nos sentimos complacidos con el avance, pero queremos llevar la cifra a cero", dijo Silva y agregó que han aumentado el número de sindicatos de 1350 en el 2001 a tener hoy 2.133 con 1,5 millones de sindicalizados.
Sin embargo, otra realidad es la que presentan los trabajadores. La Escuela Nacional Sindical (ENS) denunció hoy que el año pasado hubo 707 violaciones a la vida, libertad e integridad de trabajadores sindicalizados en el país que ascienden a 810 mil afiliados , 700 mil menos de los que señala el Gobierno y que están en 2.900 organizaciones.
"Hay que señalar que el Gobierno Nacional no ha sido transparente en el manejo de este tema, evidenciando que sus preocupaciones se orienten más en construirse una buena imagen a nivel internacional que en una real intención de protección a los sindicalistas", aseveró Luciano Sanín, director general de la ENS.
Frente a los homicidios de sindicalistas, la Escuela Nacional Sindica totaliza 47 asesinatos (dos menos que en el 2008), tres desapariciones forzadas, 18 tentativas de homicidio con explosivos, 412 amenazas de muerte, 129 desplazamientos, 53 hostigamientos por la labor sindical y 34 detenciones arbitrarias.
Al interrogar al ministro Silva frente a la evidente diferencia en el número de muertes de sindicalistas, respondió que tienen un diálogo permanente con centrales obreras, "ellos (la ENS) pueden tener una definición distinta de sindicalista a la nuestra, pero lo que nadie niega, no importa que medición se aplique, es la reducción de violencia contra sindicalista".
"A diferencia de lo que afirma el Gobierno, es una realidad que la persecución a trabajadores sindicalizados se mantiene, al tiempo que se busca restar derechos laborales a los trabajadores formales", concluyó Carlos Julio Díaz, director en Antioquia de la Central Unitaria de Trabajadores.
MEDELLÍN
