3 may 2010

CGT condena sabotaje del Primero de Mayo

Departamento de Información y Prensa, CGT

Bogotá, Mayo 3 de 2010


La Confederación General del Trabajo, CGT, repudia los actos vandálicos protagonizados por unos desadaptados sociales durante la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores en el centro de la capital y en otras ciudades del país.

Una jornada que siempre se destacó por el espíritu cívico de los trabajadores y por la manifestación pacífica de sus organizaciones, fue convertida en una batalla campal entre la fuerza pública y bandas de gentes del todo ajenas al movimiento de los trabajadores, que por momentos desbordaron la capacidad de control de las autoridades, y ante los desmanes se tuvo que defender de la furia de sus ataques.
Los actos de destrucción se ensañaron contra el comercio, los edificios y las entidades financieras y no se contuvieron ni siquiera ante la Catedral Primada, el máximo símbolo de la Iglesia Católica en nuestro país, pues los descontrolados arremetieron contra sus portones y paredes y levantaron los adoquines de las escalinatas para apedrear a la policía antimotines y romper los cristales de todos los negocios en los alrededores de la Plaza de Bolívar.

Es cierto que el día de los trabajadores es propicio para elevar nuestras voces de protesta por las precarias condiciones laborales y sociales en que se hunde cada vez más nuestro país, pero ello siempre ha sido de manera pacífica y por conductos democráticos y civiles, estas manifestaciones de anarquismo pueril e incontenible no son propias de los sindicatos y nos oponemos a ellas, tanto porque no corresponden a nuestra praxis como actores sociales o políticos, como porque lo que necesita nuestro país es que se le muestren acciones ejemplificantes de resolución pacífica de los conflictos y no los atajos de la barbarie y el ataque aleve a los contradictores.

Esta fecha histórica, que cumple ciento veinticuatro años de conmemoración en todo el mundo, se vio así empañada por los salvajes actos vandálicos en los que también los trabajadores fuimos atropellados, pues destruyeron nuestros estandartes y banderas y los símbolos de nuestras organizaciones. Por todo esto, esperamos que nunca más vuelvan a aprovecharse de nuestra fecha fundacional para protagonizar acciones que contradicen lo que piensa y lo que hace el pueblo trabajador para reclamar por sus derechos.