28 abr 2010

Un antídoto para atajar el desempleo

La República, Bogotá

Abril 28 de 2010

En la Encuesta de los Medios que publicamos en la edición de hoy, se vuelve a mostrar que el problema más grave que aqueja a los colombianos es el desempleo, incluso es un flagelo que está por encima de otros temas de primer orden nacional, como la inseguridad, el narcotráfico, la infraestructura o los polémicos servicios de salud pública.

El dato cobra más importancia esta semana cuando las autoridades económicas entregarán la cifra de desempleo del mes de marzo, y todo indica que habría un nuevo repunte, porque si bien la producción ha aumentado, la demanda por mano de obra en las empresas sigue sin reactivarse o por lo menos no en los niveles que el país requiere. Los índices de crecimiento que presenta la economía colombiana no son importantes para hablar de generación de empleo por esta vía. La economía sigue mejorando lentamente, pero eso no se refleja en los puestos de trabajo.

De acuerdo con la Encuesta de los Medios, este es un asunto crucial y prioritario para que lo resuelva el próximo Presidente de la República que se posesione el 7 de agosto. Cuarenta de cada cien colombianos cree que el flagelo más grande que aqueja al país es la falta de puestos de trabajo; mientras que sólo siete de cada centenar opinan que es el tema de la inseguridad, el más grave. Unos doce de cada 100 se inclinan por otros temas como la educación, las vías, las salud, las pensiones, etc. Esta Colombia del primer trimestre de 2010 está muy preocupada por un puesto de trabajo, pero curiosamente ha cambiado de prioridades socio-económicas radicalmente si se compara con otro momento electoral.

En agosto de 2002, época en que el presidente Uribe Vélez asumió el poder por primera vez, el índice de desempleo anualizado era del 17,9 por ciento, pero este problema no era el prioritario para los colombianos; era la seguridad y el inmenso temor que tenía la gente de que la guerrilla frustrara el sueño de Colombia como un país libre y democrático. Pero hoy, que el desempleo anualizado ronda el 12,6 por ciento, es decir unos cinco puntos menos que hace ocho años, es el problema central, pues el tema de la inseguridad -vía guerrilla- ha pasado a un segundo orden.

Las prioridades de las personas cambiaron en menos de una década y el país recobró su principal activo para atraer inversionistas que generaran más y mejores empleos, que era la seguridad y la confianza. Pero la presente administración de Uribe (esta segunda) tampoco cumplió su promesa de bajar la tasa de desempleo a un dígito. Los problemas de comercio con Venezuela y Ecuador sumados a la crisis internacional de los últimos 24 meses enrarecieron el panorama y alejaron la meta del Gobierno de bajar de 10 el índice de desempleados que supera los tres millones de colombianos.

Debe haber un urgente pacto por la generación de empleo en Colombia y eso debe estar en las agendas de los candidatos a la Presidencia, porque en la actualidad irse al extranjero, ha dejado de ser una solución a los problemas laborales. Los otrora países destino para buscar trabajo eran, entre otros, España y Estados Unidos, pero ahora ambos están muy mal en plazas laborales disponibles. El último dato de desempleados en España ascendió a 20,05 por ciento y en Estados Unidos a 9,7 por ciento, ambas cifras históricamente altas, en donde los inmigrantes son los más perjudicados en la pelea por los escasos puestos.

La Colombia que muchos sueñan a partir del próximo 7 de agosto debe tener dentro de sus prioridades gubernamentales un antídoto contra el desempleo creciente. La Encuesta de los Medios así lo muestra en sus últimos resultados y las cifras de los centros de investigación así lo refrendan: la angustia nacional, más allá de estar seguros y mejor educados, tiene que ver con tener un trabajo digno con el que se pueda garantizar bienestar a las familias.