14 abr 2010

Transformaciones al mercado laboral

César Caballero

Portafolio, Bogotá

Abril 14 de 2010

El próximo mandatario de los colombianos tendrá, desde el 7 de agosto una serie de tareas titánicas en muchos frentes: el déficit fiscal, la corrupción del Gobierno, la recuperación económica, la pobreza, la justicia y la salud, sólo por mencionar algunos de los temas más urgentes. No obstante, una intervención profunda y radical en la generación de empleo será la prioridad.

Nuestro mercado laboral está creando muy pocos empleos y el grueso de las nuevas plazas son absolutamente precarias y pertenecen a las categorías de subempleo y trabajos informales. Si no logramos formalizar el mercado laboral y hacerlo más eficiente, los sistemas de salud y pensiones no podrán ser nunca viables.

Sin formalizar el mercado laboral, la pobreza seguirá en niveles superiores al 45 por ciento. Para hacerlo no basta con algunas intervenciones parciales, se requiere de medidas comprensivas y radicales en varios frentes. No hay una fórmula mágica que por sí sola resuelva todos los problemas, por eso se requiere reformas en varios frentes. Propongo algunas:

Primero, revisar la continuidad de los parafiscales, en particular, las contribuciones de las cajas de compensación y las contribuciones del Sena, allí hay un espacio para disminuir los costos formales de los empleos.

Segundo, deberíamos permitir la contratación por horas y la afiliación a salud y pensiones para quienes devenguen el salario mínimo, por lo menos por media jornada. En este caso, el Estado complementaría el pago necesario para cubrir el costo del aseguramiento en salud y pensión. Ello será, en todo caso, mucho más económico que seguir subsidiando el 100 por ciento del valor. Con esta medida se formalizaría una gran cantidad de puestos de trabajo y aumentaría el volumen de contribuyentes.

Tercero, es necesario modificar la estructura tributaria, que premia las inversiones en capital en contra de los incentivos para generar nuevas plazas de empleo. Si le vamos a dar algún estímulo tributario a los empresarios, debe ser sólo para la creación de nuevos empleos formales y ojalá estén focalizados, como propone Rafael Pardo, para generar un primer empleo para los jóvenes.

Cuarto, debemos iniciar la construcción de un seguro de desempleo. Un mercado laboral formal es prerrequisito para que sea sostenible. Sin embargo, pueden tomarse medidas concretas para avanzar en esta dirección. Por ejemplo, volver al origen de las cesantías evitando que luego de ser consignadas en febrero, sean retiradas de forma inmediata por los empleados. Destinarlas como un ahorro obligatorio, para que cumpla su objetivo real de ser un instrumento para las épocas de desempleo.

Quinto, en términos institucionales, es urgente volver a crear un ministerio encargado de este problema central. El error cometido hace 8 años, nos ha costado mucho, y quien sea el próximo Presidente, deberá separarlo o volverlo a crear. Hay muchos retos, pero el mercado laboral es el más urgente.