14 abr 2010

¿Fallos en la producción china?

Camilo Herrera Mora

La República, Bogotá

Abril 14 de 2010

Ya son tres empresarios los que me cuentan la misma historia.


Las plantas de tecnología, calzado y confecciones en China, que se encuentran ubicadas en los grandes centros urbanos de producción, contratan mano de obra de los pequeños poblados del centro del país; estos campesinos llegan a las plantas, son capacitados y se les da techo y comida, con pago libre mensual de más o menos 400 dólares.

Al finalizar el año de trabajo, vuelven a su poblado a celebrar el fin de año chino, período que se entiende tres semanas por las grande extensiones en esta enorme nación; más al llegar el campesino con 6.000 dólares en yuanes a su municipio natal, básicamente es uno de los hombre más ricos del pueblo y esta condición lo lleva a no volver a la planta. Ya se habla de una tasa de retorno de trabajadores de 70 por ciento, lo cual sin duda afecta en más de tres semanas las líneas de producción, por la falta de personal entrenado.

Esta situación deja ver que la sostenibilidad de la competitividad de China por menores costos laborales comienza a desdibujarse, ya que la creciente presencia de liquidez en el mercado inevitablemente aumenta el costo de la mano de obra y esto conlleva un equilibrio en el mediano plazo de los costos con los estándares mundiales.

El libre mercado y la “mano invisible” operan, querámoslo o no. Hoy un ciudadano chino tiene la oportunidad de acceder a las condiciones de vida de un norteamericano, consumir más o menos los mismos bienes y a poseer algo de patrimonio, lo cual sin duda desemboca en los valores capitalistas básicos: motivación y el desarrollo de capacidades. Lo cuales serán seguidos de la libre competencia y la acumulación de capital, causando que el equilibrio del capitalismo – comunismo chino quede roto.

Era inevitable que China llegara a este dilema, ya que la apertura causaría el fenómeno de imitación y del fomento de las cualidades personales, lo cual no sólo es un triunfo del capitalismo y de las fuerzas del mercado, sino la cuota inicial del comienzo de una nueva sociedad china con valores capitalistas, lo que sin duda se traducirá en la economía más fuerte del mundo, porque estos atrasos de producción y la pérdida de la ventaja competitiva desembocarán en la creación de nuevas ventajas y verdaderos valores agregados, llevando a las líneas básicas de producción de maquilas a una industria poderosa, de marcas valiosas y nuevas oportunidades de mercado. El cambio ha comenzado.