1 feb 2010

Mal le fue a la CUT en Bruselas

Eduardo Mackenzie

El Mundo, Medellín

Febrero 1 de 2010

La CUT está perdiendo el monopolio que abusivamente detentaba en la representación del sindicalismo colombiano ante algunas instancias europeas. El pasado 27 de enero, en efecto, la Comisión de Comercio del Parlamento Europeo, aceptó por primera vez escuchar el punto de vista de sindicalistas colombianos que se oponen a la nefasta línea de tiene la central obrera extremista sobre el Tratado de Libre Comercio (TLC), que se negocia entre Colombia y la Unión Europea.

Enrique Albeiro Franco Valderrama, miembro de la dirección de Unaltrasap, sindicato del sector agroindustrial y pecuario de Urabá, y Luis Fernando Cadavid Mesa, presidente de Sintracontexa, del sector textil y de confecciones de Antioquia, pudieron asistir a una parte de los trabajos de esa comisión y controvertir las afirmaciones mentirosas que sobre Colombia había lanzado allí, dos días antes, un vocero de la CUT, Luis Alberto Vanegas.

Enviado a Bruselas por los jefes de la CUT, este activista se presentó ante la comisión para servir el conocido refrito de la “violación sistemática” de los derechos humanos en Colombia. Empleando caracterizaciones y cifras manipuladas, ese individuo concluyó que la Unión Europea debería “eliminar el sistema de preferencias aduaneras con Colombia” y “rechazar la aprobación” del tratado de Libre Comercio con Colombia. El agente de la CUT llegó al extremo de pedir que la UE le dé a Colombia “el mismo trato que le dio a Sri Lanka”, es decir suspender todo sistema de ayudas.

Sin embargo, mal rato pasó Vanegas cuando vio que los esfuerzos de una minoría radical de europarlamentarios para impedir la intervención de Albeiro Franco, partidario de las preferencias arancelarias y del TLC, habían sido rechazados por la mayoría de la comisión. Los europarlamentarios de derecha y de centro estaban contentos de escuchar, por fin, a verdaderos dirigentes sindicales colombianos, con más de veinte años de lucha, contradecir las afirmaciones increíbles de un aparatchik salido no se sabe de qué oficina de la CUT quien exige a la UE “sancionar” a Colombia y estrangular el desarrollo de su economía.

Franco y Cadavid, miembros de la central CGT, no asistieron en nombre de ésta sino de sus respectivos sindicatos. Explicaron que el combate contra la violencia y la pobreza se ganará en Colombia si se mejoran los índices de empleo y de desarrollo económico, para lo cual es clave el comercio internacional y la inversión extranjera. Por el contrario, asfixiar económicamente al país, como preconiza la CUT y los jefes políticos del Polo, favorecerá el caos, el terrorismo y el sufrimiento de las capas más pobres de la nación. “Los acuerdos comerciales con la UE reforzarán el empleo. El sólo hecho de estar discutiendo esos acuerdos ha tenido ya consecuencias positivas para los trabajadores pues la legislación laboral colombiana se ha modernizado y las investigaciones en derechos humanos han aumentado”, explicó Franco. “No vivimos, es cierto, en el Paraíso de Adán y Eva, pero hay que admitir que hay mejoras en la situación del país. Sí hay problemas en Colombia pero reconocemos que el gobierno avanza en la solución de muchos de esos problemas”, agregó.

Ese miércoles también pudieron expresar allí su punto de vista el viceministro colombiano de Protección Social, Ricardo Echeverri, el vicepresidente de la Andi, Alberto Echavarría, y el embajador en Bélgica y ante la UE, Holmes Trujillo. Todos ellos evocaron los avances que ha hecho Colombia en materia económica, de legislación laboral, y en cuando a la protección física de los sindicalistas: cientos de éstos gozan de protección permanente de la policía, razón por la cual los atentados contra ellos han bajado bastante. Demostraron que las investigaciones y sanciones judiciales de los crímenes contra sindicalistas aumentaron y que las cifras de la inseguridad dadas por la CUT son falsas y destinadas a forjar la falsa imagen de que en Colombia hay un “genocidio” de sindicalistas. “Ello es falso”, reiteró Albeiro Franco. “Si en 1986 hubo sólo una investigación de ese tipo de crímenes, en 2009 hubo 222 individuos sancionados penalmente por eso. De las 28 muertes violentas de sindicalistas en 2009 (la CUT dicen que fueron 40), sólo un caso está probado que está ligado a la actividad sindical”. Los otros son víctimas de la delincuencia común.

Algunos europarlamentarios agradecieron haber recibido esas informaciones exactas pues ignoraban cual era la dimensión real del asunto. El socialista Vital Moreira, europarlamentario portugués, presidente de la Comisión Comercial, en conversación con Franco y Cadavid, reveló que su grupo estaba dividido respecto de Colombia: que un sector quería oponerse al TLC y que el otro, y él mismo, estaban dispuestos a que éste fuera aprobado.

Para completar la derrota de la CUT, Cleopatra Doumbia-Henry, una dirigente de la OIT, leyó un comunicado en el que ese organismo reconoce los avances que hay en Colombia en materia de derechos humanos y laborales. El 15 de febrero de 2010 una comisión del Parlamento Europeo visitará a Colombia. Los sindicatos que no viven bajo el terror ideológico de la CUT tendrán otra ocasión para hacerse oír. Hay que ayudar a los europarlamentarios honestos para que rechacen un cierto discurso mendaz que atenta contra los intereses de los trabajadores de Colombia.