29 jul 2010

Se dispara en el país uso del seguro de desempleo

El Siglo, Bogotá

Julio 29 de 2010

El amparo busca apoyar a los trabajadores con una indemnización a la hora de perder su cargo, pero sólo por seis meses.

En época de crisis y en un país con una tasa de desempleo alta como la de Colombia (cercana a 12 por ciento), cada vez ganan más popularidad los seguros de desempleo. Una muestra es que en febrero de este año fueron emitidas primas de seguro de desempleo por 2.123 millones de pesos, mientras en enero habían sido de 844 millones de pesos, según la Superintendencia Financiera.


Al respecto, el presidente Ejecutivo de Fasecolda Roberto Junguito explica que “estas pólizas son indemnizaciones que cumplen una función de subsidio en cuotas mensuales, en caso de sufrir una incapacidad total o temporal junto con la pérdida involuntaria de trabajo”.


El directivo dijo que “este tipo de seguros se convierte en una alternativa para que los colombianos puedan sobrellevar la carga que trae consigo perder un empleo, y más aún teniendo en cuenta los gastos y deudas que no se hacen esperar”.


Por su parte, el agente de seguros de Colpatria Carlos Balbuena precisa que dicho seguro “es únicamente para trabajadores con contrato indefinido que lleven mínimo 6 meses en el cargo, al igual que para trabajadores independiente en caso de incapacidad total o parcial mayor a 31 días. El seguro específico es sólo por 6 meses y se deben tener 2 meses de antigüedad en el puesto. El cubrimiento va de 600.000 pesos a 3.600.000 pesos”.


Actualmente en el país las empresas que brindan este servicio son Colpatria, Fondo Nacional de Ahorro, Protección y Aseguradora Solidaria de Colombia. El director técnico de Aseguradora Solidaria de Colombia, Carlos Toledo, nos explicó que el seguro de desempleo es un “respaldo de carácter voluntario cuyo objeto es el de indemnizar al tomador, por un valor acordado previamente, equivalente a un número de cuotas de su crédito o pago determinado en las condiciones de la póliza”.


Este servicio es ofrecido tanto para trabajadores como para compañías, según la entidad aseguradora, y aplica a empresas, financieras y cooperativas. En Colombia son pocos los que prestan este servicio, principalmente por el miedo a que las indemnizaciones generen tendencia a mantener a la gente en el desempleo.


Sin embargo, es un mecanismo de distribución social que protege a las familias más vulnerables a la vez que ofrece un respaldo institucional frente a la difícil situación laboral del país.


Este seguro se limita en la medida que las aseguradoras no tienen en cuenta a trabajadores riesgosos, lo que generará un fenómeno conocido como selección adversa.


Además de las restricciones de las aseguradoras, igualmente el seguro de desempleo es un servicio propenso al fraude, pues resulta difícil comprobar que efectivamente se encuentra sin trabajo una persona, aún de tipo informal.


Sin embargo la solución a estos problemas de fondo se puede contrarrestar implementando un modelo de seguro obligatorio para evitar selección adversa, donde la indemnización debe pagarse después de un lapso de desempleo, ser decreciente, temporal y comprender sólo una proporción salarial, donde el desempleado está obligado a aceptar un trabajo después de recibir determinado número de ofertas.


En la mayoría de los países la financiación del seguro se basa en aportes del trabajador y, en menor escala, en contribuciones de las empresas y del Gobierno. En el caso de Colombia se evalúa la probabilidad de trasladar recursos del subsidio de desempleo al seguro, al igual que fondos de origen parafiscal, así como de cesantías.


En los demás países latinoamericanos la administración del seguro de desempleo es adelantada directamente por el Estado, con excepción de Chile, que lo hace con participación de Fondos de Cesantías. Por su parte en Colombia, su administración puede establecerse mediante contratos de colaboración entre las Cajas de Compensación familiar y las aseguradoras, entidades especializadas en manejo de riesgo.