21 may 2007

Carta abierta de sindicatos colombianos al Congreso de EEUU

CARTA ABIERTA

DE ORGANIZACIONES Y DIRIGENTES DE TRABAJADORES COLOMBIANOS AL CONGRESO DE ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA

Honorables congresistas:

En este momento está a consideración de los Congresos de la República de Colombia y los Estados Unidos de América el Tratado de Libre Comercio (TLC) recientemente firmado entre ambos gobiernos. En algunos medios, sobre todo sindicales, se han manifestado criterios opuestos al tratado. Los abajo firmantes, organizaciones y dirigentes sindicales representantes de importantes sectores de la producción y los servicios de Colombia, vinculados algunos a las centrales sindicales, dentro del mayor respeto por las opiniones de los demás, hemos decidido dar a conocer la nuestra, favorable al TLC, porque lo consideramos un deber para con los trabajadores y el país.

EL TLC: BENEFICIOS PARA TODOS

Se ha dicho por sectores laborales y empresariales que el TLC perjudica el empleo de cada país en beneficio del empleo en el otro. Como se puede advertir fácilmente, solo puede ser cierta una de las dos tesis, o falsas ambas. Nosotros pensamos, en cambio, que el TLC es efectivamente una estrategia gananciosa para todas las partes: los empresarios, los trabajadores, las economías en su conjunto.

Las relaciones comerciales entre ambos países tienen una larga historia. Las exportaciones de café durante un siglo fueron el pilar del desarrollo colombiano, y tuvieron a Estados Unidos como su principal comprador, el cual a su vez fue el principal proveedor de maquinaria y equipos para nuestra industrialización temprana. Decayó el café pero otros bienes lo sustituyeron y hoy nuestros intercambios con Estados Unidos siguen siendo el 40% del total, gozando más de la mitad de nuestras ventas a EU de los beneficios del ATPDEA.

El TLC recién negociado se apoya en un hecho que sustenta el criterio de que es benéfico para ambos países: nuestras economías son más complementarias que competitivas. Es muy evidente en el caso de la agricultura, con nuestras exportaciones de café, banano y otros bienes que no compiten con cosechas del norte; a la vez importamos cereales u oleaginosas en las que somos deficitarios. Pero también en el caso de la industria, pues nosotros exportamos géneros de la industria liviana y materias primas de insuficiente producción en Estados Unidos, mientras importamos sobre todo maquinaria, equipos e insumos que no se manufacturan en Colombia. Para aquellos rubros en que existían riesgos de un lado o del otro, el TLC ha previsto desgravaciones lentas y protecciones convenientes. Así, el tratado habrá de provocar un amplio crecimiento del comercio entre ambos países, beneficiando a las empresas y generando empleo.

EL CAPÍTULO LABORAL DEL TLC

Se ha dicho que nuestra normatividad laboral se aleja de la OIT y que con el TLC eso se afianzará. Esas aseveraciones carecen de fundamento. En primer término, nuestra legislación no se distancia de la normatividad de la OIT sino que ha venido acercándose cada vez más a ella. Lo prueban por ejemplo las disposiciones y medidas adoptadas para eliminar el trabajo infantil. De igual modo, las prohibiciones recientes de efectuar intermediación laboral por las cooperativas de trabajo asociado, contenidas en el decreto 4588 de 2006. Así mismo, con el fin de agilizar y hacer más transparente el trámite de los pleitos laborales, el Congreso estudia un proyecto de reforma que introduce el sistema oral y otras mejoras a estos procesos. Por lo demás, la justicia laboral en Colombia es independiente como el conjunto del sistema judicial.

En cuanto al efecto negativo del TLC, basta repasar el Capítulo 17 del acuerdo para concluir lo contrario. Las partes contratantes reafirman allí sus obligaciones como miembros de la OIT y su compromiso de cumplir los convenios que hayan suscrito, lo mismo que respetar los principios y derechos laborales internacionalmente reconocidos. Así mismo reafirman el respeto a sus Constituciones y el derecho de cada uno a adoptar o modificar su propia normatividad laboral, siempre que sea consistente con los derechos laborales internacionalmente reconocidos. Y para que no quede duda sobre las intenciones de impedir que se menoscaben los derechos laborales para favorecer intereses económicos, establece: “Las Partes reconocen que es inapropiado promover el comercio o la inversión mediante el debilitamiento o reducción de la protección contemplada en su legislación laboral interna”.

Es de esperarse que con la aprobación del TLC los trabajadores se vean beneficiados, pues se ejercerá una vigilancia estricta, no solo nacional sino internacional, al cumplimiento de los derechos laborales.

DERECHOS HUMANOS Y PROTECCIÓN DE SINDICALISTAS

El tema de los derechos humanos y las libertades sindicales también ha sido agitado con motivo de la suscripción del TLC. En medios sindicales colombianos como norteamericanos se han efectuado manifestaciones completamente desenfocadas sobre este particular, con declaraciones que dan a entender que el gobierno y los empresarios son los causantes de la violencia contra los sindicatos y el clima de restricción de sus derechos, bien por acción, bien por omisión.

Los asesinatos y amenazas a sindicalistas obedecen en su inmensa mayoría a la acción de grupos al margen de la ley, llámense guerrillas, paramilitares u otros. El gobierno ofrece la mayor protección posible a los dirigentes sindicales amenazados, como fácilmente puede constatarse. Además, aunque falta mucho por lograr, tales hechos criminales vienen reduciéndose drásticamente en el país por la acción decidida de las autoridades contra las distintas organizaciones al margen de la ley, lo mismo que por los acuerdos de desmovilización y reinserción en marcha.

También debe mencionarse que bajo el auspicio de la OIT, la dirigencia sindical colombiana, el gobierno y los empleadores, han acordado desde el año pasado trabajar juntos para enfrentar diversos problemas que afectan al movimiento sindical, particularmente la violencia y la impunidad. Para ello se ha establecido una oficina permanente de la OIT que ayude a las partes para esos fines. Una de sus primeras tareas ha sido la de tomar 100 casos emblemáticos de asesinatos de sindicalistas para buscar esclarecerlos y castigar los responsables. No es sensato comprometerse con esos propósitos y a la vez desacreditar o desconocer los mecanismos acordados o la voluntad de las partes.

Colombia tiene numerosos problemas de orden económico, social y político. De eso somos concientes. No es nuestro interés ocultarlo ni mucho menos. Pero tanto el gobierno, como la mayoría de los empresarios y trabajadores están haciendo esfuerzos por superarlos y el país viene consolidando y mejorando sus instituciones y régimen democrático, venciendo el cáncer de la violencia, recuperando la senda del crecimiento y haciéndole frente a las desigualdades sociales. Continuar por esa vía implica numerosos esfuerzos. El TLC no es una panacea, se ha dicho. Es cierto. Pero es una importante oportunidad histórica que el país no puede desperdiciar. De nosotros mismos depende aprovecharlo positivamente y de nadie más.

Bogotá D.C., mayo 21 de 2007

De los Honorables Congresistas, con todo respeto:

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Fernando Alfonso Bayona Rincón.

Cédula de ciudadanía 9.519.084.

Presidente - Sindicato de Trabajadores de Siderúrgica Paz del Río

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Guillermo Rivera

Cédula de ciudadanía

Presidente Nacional. Sindicato de Trabajadores de la Industria Agropecuaria (Sintrainagro) (Apartadó – Urabá).

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Gerardo de Jesús Sánchez Zapata

Cédula de ciudadanía 3.616.117

Presidente. Sindicato de Trabajadores de Textiles Rionegro (Grupo Coltejer)

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Luis Fernando Cadavid Mesa.

Cédula de ciudadanía 70.066.537.

Presidente. Sindicato de Trabajadores de la Confección y Textiles de Antioquia (Sintracontexa)

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Luis Germán Restrepo Maldonado

Cédula de ciudadanía 70.036.524.

Presidente. Sindicato Compañía de Empaques. (Sintraempaques)

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Walter David Navarro Giraldo

Cédula de ciudadanía 71.658.127

Presidente – Sindicato de Profesionales de Empresas Públicas de Medellín.

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Eufrasio Emilio Ruiz Santiago.

Cédula de ciudadanía 16.626.726

Presidente. Sindicato de Trabajadores del Ingenio San Carlos (Valle del Cauca).

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Enrique Albeiro Franco Valderrama.

Cédula de ciudadanía 70.036.467.

Vice Presidente Nacional. Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Frutera, Agroindustrial y Pecuaria (Sinaltraifru- Apartadó – Urabá)-

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José Gustavo Palacio Moreno.

Cédula de ciudadanía 4.862.823.

Presidente Subdirectiva. Sindicato de Trabajadores de la Industria Minera y Energética (Sintramienergética – Seccional Segovia. Frontino Gold Mines).

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Javier Ramírez Córdoba.

Cédula de ciudadanía 15.500.538

Presidente. Sindicato de Trabajadores de Imusa.

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Jorge Iván Díez Vélez.

Cédula de ciudadanía 98.658.352.

Secretario general. Unión de Trabajadores Textiles y de la Confección de Colombia (Utatexcoc).

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Oscar Jiménez.

Cédula de ciudadanía

Presidente. Sindicato Nacional de Coats-Cadena (Pereira).

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Jairo Giraldo Rey.

Cédula de ciudadanía 80.504.771

Presidente subdirectiva Tulúa (Valle). Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria Frutera, Agroindustrial y Pecuaria

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John Cano Restrepo.

Cédula de ciudadanía 8.300.527.

Presidente. Sindicato Gremial de Equipajeros de Antioquia.