23 jun 2009

De la lista negra a la lista blanca

Libardo Botero*

Blog Debate Nacional, Medellín

Junio 23 de 2009

Cada que Colombia negocia o quiere ratificar algún tratado comercial, saltan los tradicionales detractores a recitar sus letanías: que hay un “genocidio” contra el sindicalismo, que somos territorio hostil para los derechos laborales. Algunos despistados –o malintencionados- políticos, académicos y comunicadores, aquí y allá, les hacen eco de inmediato.

Pero los hechos pueden más que esa retórica retorcida, y así lo va reconociendo la comunidad internacional. Desde 2006 fuimos excluidos de la “lista negra” de la OIT, en la que estuvimos por años, que incluye a los países donde más se violan los derechos de los trabajadores. Un acuerdo tripartito permitió la presencia en Colombia de la OIT para vigilar y apoyar el proceso de mejoría, que viene avanzando.

Ahora, en el marco de la Conferencia anual de la OIT que acaba de concluir, se ha producido un nuevo hito, algo así como entrar en su “lista blanca”. Primero fue el informe de la Comisión de Expertos, presentada a ese evento, que calificó el de Colombia como un “caso de progreso” en distintas materias. Ese concepto fue respaldado por delegaciones de Estados Unidos, Unión Europea, Canadá, la Organización Internacional de Empresarios, y, visto con buenos ojos por la misma Confederación General de Trabajadores (CGT).

Luego, la Comisión de Aplicación de Normas, basada en el anterior informe, incluyó nuestro país en la lista de casos de progreso. Aunque reitera observaciones en distintos aspectos y falencias innegables, destaca en sus conclusiones el apoyo del Gobierno a la rama judicial y la Fiscalía General para esclarecer crímenes contra sindicalistas, los avances en reparación de víctimas por vía administrativa, la ley que traslada la declaración de ilegalidad de la huelga a los jueces, y fallos de la Corte Constitucional que protegen la libertad y el registro de sindicatos.

En dicha Comisión nuestro embajador ante OIT, Angelino Garzón, el 8 de junio expresó “el reconocimiento del Gobierno Nacional al informe presentado por la Comisión de Expertos en aplicación de Convenios y Recomendaciones, que define a Colombia como un caso en progreso e insta a continuar avanzando en el camino trazado y a tener en cuenta sus opiniones y recomendaciones”. A las deliberaciones asistieron delegados de las Altas Cortes colombianas, empeñadas en participar de consuno con gobierno, trabajadores y empresarios en el fortalecimiento de las garantías laborales.

Los hechos son tozudos. El 80 por ciento de los casi doscientos casos resueltos de esos crímenes se han producido en los tres últimos años, tras lustros de impunidad. Según la Fiscalía, la mayoría no tenían relación con la pertenencia de las víctimas a sindicatos, y sus autores fueron paramilitares, guerrilleros, narcotraficantes o delincuentes comunes. Aunque unos pocos fueron cometidos por agentes estatales, según palabras del Fiscal “no hay un solo caso donde se evidencie que ello es una política del Estado o del empresariado colombiano”

Es un mito que somos el país de mayor violencia sindical en el mundo. Somos sí, el único país del orbe donde una entidad, la Escuela Nacional Sindical (ENS), lleva la contabilidad diaria de sindicalistas asesinados (por cualquier motivo), y los presenta, a coro con la cúpula sindical, como “terrorismo de Estado”. En otras partes llevan solo datos de afiliados asesinados por su actividad sindical, que son pocos en el mundo, como en Colombia. Con esa perversión, resultamos los campeones de esta tragedia sin serlo. Si en otros países con elevadas tasas de homicidio y grados de afiliación sindical superiores al nuestro llevaran esa estadística, resultarían con más sindicalistas asesinados que Colombia.

La realidad es distinta. Según la Fiscalía, en 2005 en Colombia asesinaron 1.294 comerciantes, 1.050 desempleados, 949 agricultores, 800 de oficios varios, 545 albañiles, 446 estudiantes, 428 guerrilleros, 381 vendedores ambulantes, 375 conductores, 236 soldados profesionales, entre otros. Ese año la ENS reportó 72 sindicalistas asesinados y el gobierno 40. La tasa de homicidios del país es de 33 por cien mil habitantes, de 86 para policías y para los sindicalistas de apenas 5. Ser sindicalista es menos peligroso que ser comerciante, agricultor, albañil, estudiante o soldado.

La OIT ha dictado su fallo. Pese a carencias reconocidas, nuestros progresos merecieron en Ginebra reconocimiento y estímulo. ¿Tendrán la gallardía de reconocerlo así los críticos empecinados y ayudar a empujar el carro en lugar de atrancarlo?

* Economista. Analista e investigador del Centro de Pensamiento Primero Colombia

10 jun 2009

La seguridad de los sindicalistas y el bloqueo al TLC

La seguridad de los sindicalistas y el bloqueo al TLC*

Por: Daniel Mejía.

http://www.lasillavacia.com/elblogueo/blogoeconomia/la-seguridad-de-los-sindicalistas-y-el-bloqueo-al-tlc

Los tratados de libre comercio con Estados Unidos y Canadá están bloqueados. Uno de los principales argumentos que los legisladores estadounidenses y canadienses han utilizado para sostener este bloqueo es la falta de resultados del actual gobierno colombiano en materia de las condiciones de seguridad de los sindicalistas. Los argumentos, sin embargo, se han basado muy poco en resultados y cifras concretas y mucho en demagogia y lobby para bloquear el TLC con el fin de proteger intereses particulares. ¿Cuáles son los indicadores concretos de la violencia contra sindicalistas en Colombia? ¿Ha habido progresos en esta materia? En particular, las estadísticas que acá se muestran sobre la evolución en el tiempo de los homicidios de sindicalistas en Colombia contrastan con las aseveraciones recientes de algunos congresistas, periodistas, y miembros pertenecientes a sindicatos en Colombia y otros países.

Cualquier asesinato es un hecho muy grave, más aún cuando el móvil de éste es la posición ideológica o política de la persona asesinada. Sin embargo, a la hora de evaluar los avances hechos para enfrentar un problema tan grave como lo es la criminalidad y la violencia contra sindicalistas en Colombia, es muy importante mirar las cifras y estudiar indicadores concretos de resultados; especialmente si se pretende usarlos para bloquear los tratados de libre comercio que Colombia quiere suscribir con otros países como EE.UU. y Canadá.

El Gráfico 1 muestra la evolución de la tasa de homicidios en Colombia por cada 100,000 habitantes (panel A) y la tasa de homicidios de sindicalistas por cada 100,000 sindicalistas (panel B).[1] La tasa de homicidios de sindicalistas en 2008 fue 6,1, mientras que para la población total fue de 36. En otras palabras, la tasa de homicidios para la población total es 6 veces mayor que la tasa de homicidios asociada a personas afiliadas a sindicatos en Colombia. Para ver esto basta notar la diferencia en las escalas de los dos paneles del Gráfico 1. La tasa de homicidios de sindicalistas en Colombia en 2008 alcanzó uno de los niveles más bajos desde 1986 (año desde el cual se tienen datos).



Como se aprecia en los dos paneles del Gráfico 1, las dos tasas de homicidios han bajado notablemente en Colombia. Sin embargo, la tasa de homicidios de sindicalistas ha bajado más rápidamente que la tasa de homicidios para la población total. Esto se puede observar en el Gráfico 2, en donde se muestra la razón entre la tasa de homicidios para la población total y la tasa de homicidios de sindicalistas en Colombia. Como se observa en este gráfico, la tasa de homicidios de la población total sobre la tasa de homicidios de sindicalistas ha venido creciendo de manera sostenida desde el año 2001. En otras palabras, los progresos en materia de reducción de homicidios de sindicalistas han sido mayores que los progresos en materia de reducción de homicidios para la población total. Cabe anotar que dada la forma en que se construye esta última gráfica, es posible utilizar la información disponible hasta mayo de 2009.

Una nota un poco más larga sobre este tema se puede descargar de: http://www.webpondo.org/dmejia/ssytlc.pdf

[1] Cabe anotar que las cifras de asesinatos de sindicalistas utilizadas en esta Gráfica fueron tomadas de documentos de la Escuela Nacional Sindical (ENS), no de las cifras que maneja el Gobierno Nacional sobre asesinatos de sindicalistas. En otras palabras, el indicador de homicidios de sindicalistas en Colombia toma el número de homicidios de sindicalistas en Colombia entre 1995 y 2008 reportados por la ENS y el número de personas afiliadas a sindicatos en Colombia, también reportados por la ENS.


4 jun 2009

¿Signos alentadores?

Libardo Botero*

Blog Debate Nacional, Medellín

Junio 4 de 2009


Varios sucesos de los últimos días en nuestro mundo laboral pueden constituir signos alentadores, además de contradecir la prédica empeñada en mostrar a Colombia como territorio hostil a las demandas de los trabajadores.

Sus protagonistas, las organizaciones sindicales talvez más representativas del sector privado y público, Sintrainagro, la Uso y Fecode, afiliadas todas a la principal y más vertical central obrera, la CUT.

Urabá fue por más de dos décadas una de las regiones más violentas de Colombia. El sindicalismo pagó allí una cuota de sangre espantosa, con más de 800 víctimas, la mayoría asalariados bananeros afiliados a Sintrainagro, por cuenta sobre todo de la ferocidad de las Farc. Pero el cambio ha sido profundo: desde hace ocho años no ha sido asesinado ni un solo sindicalista, en el sector bananero la tasa de afiliación supera el 90 por ciento, los sindicatos actúan con entera libertad, las empresas han asumido el reto de la responsabilidad social como pocas en el país.

De suerte que, pese al repudio explicable de algunos, los trabajadores de la fruta pudieron realizar un paro como una actividad legal normal, contando con toda la protección del Estado. Es posible que el reajuste salarial logrado pudiera haberse obtenido sin la huelga, pero esos son los gajes de nuestro sistema de garantías y derechos.

Mientras el conflicto laboral se desenvolvía, algunos voceros de la CUT viajaban a Europa para atacar el Acuerdo Comercial que se negocia con la UE, aduciendo falta de garantías sindicales en el país. La paradoja reside en que ese convenio ha de favorecer sobre todo la exportación de la fruta al reducir los exorbitantes impuestos que se pagan para el acceso al Viejo Continente, y con ello el empleo y la calidad de vida en Urabá. Afortunadamente en los medios sindicales de esta región las prédicas absurdas contra la seguridad democrática y los tratados comerciales no tienen mucho eco.

Uno de los reclamos históricos del sindicalismo en Colombia, respaldado por la OIT, ha sido el de la negociación colectiva en el sector público. Pues bien, el gobierno a través del decreto 535 de 2009 otorgó tal derecho, bajo la figura de acuerdo concertados negociables cada dos años, con las obvias limitaciones legales en temas como el salarial, cuya fijación corresponde al Congreso a través de la ley de presupuesto en el orden nacional.

La CUT respondió rechazándolo ya que, según sus palabras, ese derecho de negociación “no existe en la realidad, pues las autoridades no tienen ninguna obligación de recibir y menos negociar las peticiones que les presentan los sindicatos de empleados públicos”, entre otras razones.

Pues la sorpresa es que Fecode, con alrededor de 300.000 afiliados, pese a las opiniones de la CUT, acaba de firmar con el Ministerio de Educación el primer acuerdo concertado bajo la nueva norma legal, contemplando amplios beneficios para el magisterio.

Por último, la Uso pactó hace poco con ECOPETROL una especie de “pacto de no agresión”, talvez recapacitando sobre desastrosas experiencias del pasado, con el fin de moderar las expresiones utilizadas en los reclamos laborales y darles un conducto apropiado.

¿Podrá pensarse que hay una nueva actitud en reconocidos sectores del sindicalismo? Sería de suma importancia que tales acontecimientos abrieran senderos de concertación, sobre todo en esta época de crisis económica, para bien del país y de los trabajadores. Ellos pueden ser pilares para cimentar el “diálogo social” y buscar un pacto por el “empleo decente”, como lo pregona la OIT.

Por el contrario sería decepcionante que se prosiguiera, por cierto liderazgo ideologizado, en la ambigua y dañina actitud de pregonar a los cuatro vientos una supuesta negación de derechos, mientras se los utiliza al máximo en provecho propio.

* Economista. Analista e investigador del Centro de Pensamiento Primero Colombia (CPPC).

Colombia en la lista de progresos en derechos laborales de la OIT

Colombia nuevamente en lista de la OIT por progresos en aplicación de normas laborales

Ministerio de la Protección Social

Boletín de Prensa No 051

Junio 4 de 2009

En un informe de la Comisión de Expertos de la OIT, se reconoce las medidas adoptadas por el Gobierno y de sus esfuerzos, reconocidos por las organizaciones sindicales, para llevar adelante las investigaciones relativas a las violaciones de los derechos humanos de los sindicalistas.

Bogotá, 4 de junio de 2009.- Después de tres años, la Comisión de Normas de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, incluyó a Colombia en la lista de casos individuales que serán analizados la próxima semana en el marco de la 98 Reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra, por ser un caso de progreso de Normas Internacionales de Trabajo.

El país había estado por fuera de este listado y en esta oportunidad el Organismo compuesto por sindicatos, empresarios y gobiernos estudiará los avaneces de nuestro país en los últimos tiempos.

El informe de la Comisión de Expertos de la OIT resalta el esfuerzo del Estado en la lucha contra la impunidad y la protección de los dirigentes sindicales.

“La Comisión toma nota de todas las medidas adoptadas por el Gobierno y de sus esfuerzos, reconocidos por las organizaciones sindicales, para llevar adelante las investigaciones relativas a las violaciones de los derechos humanos de los sindicalistas” señala el informe.

Agrega que “la Comisión pide al Gobierno que continúe tomando todas las medidas a su alcance para llevar adelante y agilizar todas las investigaciones relacionadas con los actos de violencia contra el movimiento sindical y expresa la firme esperanza que las medidas recientemente adoptadas en relación con el nombramiento de nuevos fiscales y jueces permitirán disminuir la situación de impunidad y lograr el esclarecimiento de los actos de violencia cometidos contra los dirigentes sindicales y los afiliados así como la captura de los responsables de los mismos. La Comisión pone de relieve la tarea desempeñada por los jueces de descongestión y expresa la esperanza de que los mismos continúen desarrollando sus funciones”

En otro aparte del informe, los expertos indicaron que “la Comisión expresa su satisfacción en los casos en los que, tras los comentarios que ha formulado sobre un asunto específico, los Gobiernos han adoptado medidas, ya sea a través de la adopción de una enmienda a la legislación, ya sea a través de un cambio significativo en la política o en la práctica nacional, con lo que se logra un mayor cumplimiento de sus obligaciones en virtud de los correspondientes Convenios. La razón para la identificación de los casos de satisfacción es doble: dejar constancia de que la Comisión se congratula por las medidas positivas adoptadas por los gobiernos en respuesta a sus comentarios, y aportar un ejemplo a otros gobiernos e interlocutores sociales que tienen que tratar asuntos similares.”

El Ministro de la Protección Social, Diego Palacio Betancourt, estará presente en Ginebra haciendo parte de la delegación tripartita colombiana para las deliberaciones y conclusiones del caso e intervendrá ante el organismo de control como lo hizo el año anterior, para informar a la comunidad internacional sobre los avances que en esta materia ha logrado Colombia.

http://www.minproteccionsocial.gov.co/VBeContent/NewsDetail.asp?ID=18686&IDCompany=3